Nuestros planes de ordenamiento y uso territorial permiten que las organizaciones puedan hacer frente a las incertidumbres y minimizar o aprovechar los riesgos que supone la ocupación y transformación de espacios físicos, tanto urbanos o rurales, permitiendo la consecución de sus objetivos de forma segura.
Tomamos en cuenta no solo factores naturales (geológicos y climatológicos), sino también los factores humanos y culturales con los que la organización interactúa, en base a los cuales se diseñan los mecanismos para evitar, reducir, compartir y aceptar los riesgos, facilitando las decisiones y reduciendo los costos por resolución de sucesos no previstos.